Ya han pasado varios días desde que ACHA visitó Trasmoz por primera vez y como nadie se anima a dejar constancia por escrito de lo bien que lo pasamos, pues ya lo hago yo.
Desfile el sábado por la mañana para escuchar el pregón de la bruja del año. El resto de la mañana, vida de campamento con las actividades que solemos desarrollar (vestir al caballero, exhibiciones de esgrima, oficios, etc. Por la tarde, continuamos con estas actividades, combinadas con un recorrido por el pueblo en busca de brujas. Entre abundantes sospechosas, encontramos dos brujas, las apresamos y condujimos al campamento para torturarlas y conseguir que confesaran. Y algo más tarde, cuando las íbamos a quemar en la hoguera, hubo una discusión entre los soldados que acabó en una espectacular lucha armada, momento que aprovecharon las brujas para escapar… Ya por la noche preparamos un aquelarre a las puertas del castillo (un marco perfecto) con queimada “estilo ACHA”, brujas, macho cabrío y hasta la Santa Inquisición.
El sitio que nos reservaron para montar el campamento estaba muy bien situado, en la calle principal de camino a la plaza y frente al bar y además con un servicio químico justo al lado (¡genial!). Lo malo fue al intentar meternos en las tiendas a dormir porque las lonas estaban infestadas de hormigas (probablemente a causa de haber removido la tierra). Aquello parecía “Cuando ruge la marabunta”, así que a dormir a los coches… Quitando eso, el lugar era perfecto. También estoy muy contenta con la gente del bar que nos dio de comer y fue muy atenta (a pesar de que para la cena nos juntamos varios grupos y se vio un poco desbordada).
Resumiendo, Trasmoz es una fiesta muy original que merece la pena conocer. El año que viene vuelvo seguro.