Los siglos XII y XIII dominan prácticamente todo el panorama recreacionista medieval en nuestro pais.
La razón de más peso, por la cual el grueso de los grupos RHM no están trabajando a partir del XIV, se debe al importante factor económico que ello implica.
Recrear el XI, XII o el XIII suele costar en condiciones buenas, sobre los 500-600€, dependiendo de la calidad en el atrezzo. Aunque algunos gastamos mucho más, a razón de cotas de malla de anilla plana remachadas, brazoneras, armas caras etc...
Generalmente, la equipación se consigue de forma evolutiva, y en menos de medio año, todos terminan bastante bien equipados.
El salto al XIV supone un gasto que duplica, e incluso puede llegar a triplicar los siglos anteriores.
Las armaduras son caras, sobre todo cuando seleccionamos buenos armeros, que trabajan las piezas a medida.
Pero la variopinta tipografía de armaduras que nos encontramos desde principios del XIV y finales del mismo, puede permitir equipaciones con precios bastante asequibles.
Pongo algunos ejemplos de distintos tipos de armadura transicional.
Podemos apreciar, que a finales del XIII y principios del XIV, las armaduras se componen de pocas piezas en chapa.
Básicamente se vestía sobre la cota brazos armados, sin estar estos cerrados, en algunos casos sin hombreras, o con hombreras muy pequeñas. Solían carecer de navajas en las coderas (en sus primeras tipografías)
Hay que resaltar, que algunas piezas podían hacerse en cuero rígido, a veces con chapa forrada en forma de tiras.
Las piernas empezaron a armarse con grebas en conjunto con las brazoneras, y un gambesón de pierna que cubría hasta la rodilla (puesto encima de las brazoneras)
Como complemente se añadian unas rodilleras, aunque algunos prescindían de ellas.
La falda de la cota solía partirse a los lados, o por el centro, dependiendo del uso (a pié o caballo)
Conforme aparecieron los quijotes (musleras) la falda se fue recortando, quedando a la altura de los genitales.
Los yelmos de cubo, se siguen utilizando, aunque el gusto hacia los bacinetes con visor abatible, se hace cada vez más frecuente.
Los visores tenían una capacidad de visión muy limitada, y en el caso de los yelmos de cubo, el caballero estaba obligado a quitárselo una vez desmontaba.
Empiezan a encontrarse yelmos de cubo con visores abatibles, mientras aparece el capacete, con una forma más estilizada
Tanto los yelmos de cubo, como los bacinetes podían tener un manto de malla, que hacia las funciones del almófar, integrado en el propio casco. Esta contaba con un nasal, que se podía enganchar en la frente del bacinete.
Era cuestión de gustos y comodidades, yelmos o bacinetes con almófar, o con la cota integrada.
La evolución de la armadura transicional, se hace muy patente a mediados del XIV, con la aparición de piezas más complejas, que proporcionaban una mayor protección al caballero.
Empezamos a ver brazos armados completos, con los antebrazos cerrados, coderas enervadas y con navajas, así como guanteletes y manoplas articulados.
Hay que resaltar que las cotas de malla, empiezan a hacerse cada vez con la anilla más pequeña y tupida. Esto proporcionaba un mayor movimiento a las articulaciones, menos peso y más comodidad.
Los camisones de malla desaparecen, quedando en su lugar gambesones parcheados de cota cosida en las articulaciones, o zonas que no cubrían la chapa.
Las piernas se arman de los pies a a los muslos, con escarpines y quijotes.
Las corazas podían ser completas, o llegar solo hasta el principio del vientre. Dependiendo del tipo, se podía llevar un comisión de malla completo, o el gambeson con parches de malla cosidos.
En cuanto a los bacinetes nos encontramos con una tipografía muy interesante,
como los distintos tipos de Pigface y Klappvisier o Blossfechten.
Blossfechten con barba
Pigface
Klappvisier
Bacinete cerrado
Bacinete italiano con visor
La infantería usaba armaduras menos completas, generalmente brigantinas y gambesón.
Podían armarse parte de los brazos, usar gorjal, grebas con brazoneras (aunque no era muy común) y a finales del XIV los llamados Jackchains que podéis ver en las fotos.
Entre arqueros y ballesteros era frecuente el uso de la capelina, las celadas y los bacinetes sin visor.
En cuanto al vestuario, se nota una notable diferencia en el corte de las prendas, que aparecen más ceñidas al cuerpo. Chaquetillas con botones a los lados del antebrazo, muy entalladas de cintura, a mediados del XIV, con algo de hombreras (en el XV las hombreras ya son muy grandes y redondeadas)
El calzado tiende a ser más puntiagudo, se ven algunas botas altas o de media caña.
Las calzas siguen siendo iguales que en XII y XIII, aunque está de moda entre los nobles poner un color en cada pierna, sobre todo rojos y amarillos, rojos y blancos y azules y blancos.
Empiezan a aparecer calzas completas, es decir, tipo pantalón en vez de medias. Estas se ataban a unos cordones internos de la chaquetilla.
La heráldica cobra mucha vida en el vestuario tanto civil, como militar del XIV.
Las sobrevestas siguen utilizándose al principio del siglo, cubriendo bien solamente cota, brigantina o coraza.
Con el tiempo las sobrevestas se hacen cortas y con flecos (creo que se le llama camisa de armar, pero no estoy seguro)
La crespina se sigue utilizando aunque con menos frecuencia, como único complemento de la cabeza (se ponían un tocado encima de ella)
Las capas de moda, son parecidas a un poncho, con bordados heráldicos.
Con este sencillo repaso podemos hacernos una idea del material necesario para recrear el siglo XIV, que como podéis ver es muy diverso.
A ver si cada vez somos más los que nos enlatamos
Saludos.