Mi nombre es Bercar, tengo que hacer fuerza de voluntad para recordar el pasado y reflejarlo aqui, mi padre era un agricultor de la zona que ahora se llama Monegros, esta tierra estaba plagada de bosques de pino negro y los cultivos escaseaban. Desde pequeño detesté la agricultura así que a base de escapadas y castigos mis padres decidieron llevarme con mi tio que era dueño de una taberna situada en las tierras del Sobrarbe, la temporada que pase en la taberna fueron los mejores años de mi vida, ésta era toda de madera y piedra y estaba situada en lo alto de una colina de un cruce de caminos, justo al lado habia un pueblecito pequeño cuyo nombre ya lo olvidé, aprendí a cocinar, servir y limpiar pero también a conocer a la gente.
Un día de verano cogiendo setas por el monte escuché una conversacion del cura del pueblo con un desconocido, me parecio raro ver al cura tan lejos de su pequeña iglesia así que los espié entre los matorrales, al principio no entendia nada pero luego me dió un vuelco al corazón al enterarme de lo que planeaban, según decian la taberna estaba situada en el lugar donde debería estar la iglesia así que el cura estaba adquiriendo los servicios de una banda de forajidos para que se ocuparan de que la taberna quedara reducida a cenizas, en el momento que se acabó la conversación estuve quieto y en silencio por miedo a ser descubierto durante mucho tiempo, cuando por fin recobré el valor fui corriendo a avisar a mi tio, este no sólo no me creyó sino que me azotó por mentiroso y decir barbaridades sobre la Madre Iglesia, a la mañana siguiente me fui a escondidas de la taberna, sólo cogi mi ropa y un cuchillo.
Semanas más tarde me enteré que la taberna había sido arrasada hasta los cimientos, andé y andé hasta que mis piernas se doblaban de agotamiento, no tenia donde ir, ni familia ni amigos que me echaran una mano, me acoplé a otros caminantes sin saber donde iva, hasta que la suerte me llevó hasta la Compañia del Lobo Negro en la cual conseguí entrar con el puesto de ayudante de cocinero, ahora llevo 2 meses con ellos no soy un gran espadachín de echo no sé manejar un arma pero si se acerca la batalla no me quedaré atrás, lucharé por esta nueva familia con uñas y dientes hasta salir victorioso o arrasado en el intento.