Tampoco en lo que se refiere a la localización de los monumentos podemos encontrar uniformidad.
Hay una serie de edificios, particularmente del s. XIII, que incluyen una serie de elementos que supuestamente pertenecen al sistema Gótico, por esta razón hay autores que hablan de un Gótico primitivo y algunos de ellos plantean que existió una evolución que iría desde el Románico al Gótico pasando por un estilo intermedio de transición.
En este sentido podemos decir que el Gótico no es fruto de la transformación del Románico, a pesar que hay edificios románicos que utilizan elementos góticos.
Ni el arco apuntado, ni la bóveda de crucería, ni la elevación del edificio constituyen elementos que por sí solos sirvan para caracterizar el edificio gótico; además la bóveda de crucería existía en el Románico, al igual que el arco apuntado.
Por esta razón el simple hecho de que en el edificio aragonés del s. XIII aparezcan estos elementos no significa que deberíamos incluirlos en el Gótico; edificios de las Cinco Villas incluyen algunos de estos elementos pero forman parte del mundo tardo-románico.
Lo que caracteríza al Gótico es una diferente utilización de la luz en relación al Románico, una relación original, diferente entre forma y función.
Desde este punto de vista la arquitectura gótica difícilmente puede ser heredera de la románica, la fase final de un desarrollo progresivo de transformación, más bien el Gótico es la antítesis del Románico.
Este fundamento lo podemos encontrar en dos escritos de Suger sobre la administración y consagración de San Denis. Suger los redacta vertiendo su pensamiento artístico que enlaza inicialmente con la tradición neoplatónica anterior y que propugna que el mundo sensible es un reflejo del mundo celestial.
Por esa razón, según Suger el mundo tangible participa de las cualidades divinas y por esa razón la contemplación de la belleza material constituye una vía para el conocimiento de Dios.
Ésto, entre otras cosas, es el empleo de vidrieras coloreadas, de oro y de piedras preciosas ya que el resplandor y el fulgor de estos objetos son reflejo de la luz divina.
Sólo teniendo esto en cuenta podemos hablar de elementos proto-góticos en edificios románicos.
Hay autores que dicen que el Cister es ese estilo de transición, pero es la antítesis del Gótico ya que rechaza los elementos lujosos.
Hay edificios que utilizan elementos procedentes de uno y otro sistema, los cistercienses lo hacen muy bien, cogen lo que les interesa de lo que está en vigor en esos momentos.
La arquitectura gótica aragonesa se afilia a dos tradiciones diferentes:
- La Correspondiente al Gótico Francés propiamente dicho. Las primeras formas propias del Gótico Francés llegan a través de Castilla.
- La del Gótico Mediterráneo, imperante en los Estados de la Corona Aragonesa y que es la mayoritaria en el caso del Gótico Aragonés.
La historiografía comprobó que éso que llamábamos Gótico en realidad presentaba muchas variantes. Era un arte complejo, cambiante con el tiempo y con diferentes formas de expresarse.